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¿Podría la meditación aumentar las defensas contra el COVID?
Ahora, los científicos descubrieron que pasar una semana en meditación silenciosa parece tener beneficios que ayudan a combatir enfermedades que amenazan la vida.
Por Karen Almaraz
FM HIT
La meditación se utiliza como una terapia complementaria para mejorar, en general, la salud y la sensación de bienestar. La meditación es una práctica que está desarrollando una gran popularidad en la última década.
Un estudio reciente muestra que meditar durante unos minutos cada día puede ser el primer paso para subir las defensas para ayudar al cuerpo a combatir el cáncer y virus como el COVID-19. La investigación fue publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Un equipo de la Universidad de Florida descubrió que los programas de meditación y yoga, o las prácticas de la llamada “ingeniería interior”, aumentan drásticamente las defensas del sistema inmunológico del cuerpo.
El autor del estudio involucró a 106 personas que se embarcaron en un retiro de meditación estrictamente controlado, los participantes permanecieron en silencio durante ocho días, meditaron más de 10 horas al día, comieron solo productos veganos, y mantuvieron una cantidad saludable de sueño cada noche.
Los investigadores recolectaron muestras de sangre de cinco a ocho semanas antes, inmediatamente antes y después del retiro y tres meses después. Descubrieron diferencias genéticas específicamente, 220 genes vinculados con el sistema inmunológico del cuerpo estaban más activos.
Esencialmente, los investigadores descubrieron que la meditación utiliza una red coordinada de genes y reguladores básicos para desencadenar un efecto positivo en el sistema inmunitario.
Esta es la primera vez que alguien ha demostrado que la meditación puede aumentar la señalización de interferón. Revela una forma de influir voluntariamente en el sistema inmunológico sin productos farmacéuticos”.
Estudios recientes también han encontrado desequilibrios en la señalización del interferón en pacientes con casos graves de COVID-19 y esclerosis múltiple (EM). Los investigadores compararon la actividad del gen del interferón de los participantes con los pacientes con COVID y encontraron marcadas diferencias. La mediación activó el 97% de los genes de interferón que combaten el virus, en comparación con el 76% en pacientes leves con COVID y el 31 por ciento en casos graves.
Los autores del estudio citan en su documento que “necesitan realizar más estudios sobre esto” y esperan determinar si los regímenes de meditación menos intensos a largo plazo podrían producir efectos beneficiosos similares para el sistema inmunológico.
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