En conmemoración al pasado 18 de marzo ¨día mundial del sueño¨, los profesionales de esta área nos facilitan algunas pautas para un buen descanso, las investigaciones señalan que ayuda al equilibrio físico y emocional, y mejora los niveles de concentración.

Por Karen Almaraz
FM HIT

Es importante aplicar algunos consejos para el cuidado de nuestra salud, por eso creemos que para nuestros lectores será útil esta información.

El descanso nocturno es fundamental para el equilibrio del organismo, un sueño saludable otorga mayor concentración y ayuda a mantener el bienestar físico, mental y emocional.

La población mundial ha disminuido la cantidad de horas que duerme, la falta de sueño genera malestar o embotamiento mental y además aumenta el riesgo de adoptar estilos de vida no saludables.

Durante el sueño, el cerebro elimina toxinas potencialmente dañinas para el envejecimiento, es determinante la diferencia entre dormir poco y llegar a la cantidad adecuada, que es entre 7 y 8 horas de sueño.

El sueño tiene un rol único en el adecuado desarrollo del cerebro en crecimiento y en diversos procesos de la plasticidad cerebral que ocurren durante el descanso.

La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria elaboró una guía para cuidar la mente y tener un sueño saludable y reparador:

• Establecer un horario regular para ir a dormir.
• Regularizar el horario de despertar.
• Limitar la siesta a un máximo de 20-30 minutos tras el almuerzo.
• Hacer ejercicio diariamente
• Pasar tiempo al aire libre.
• Evitar consumir cafeína y tabaco
• Evitar el alcohol y las comidas abundantes antes de dormir.
• Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
• Adaptar el ambiente para dormir
• No quedarse en la cama despierto.
• Consultar al médico si presenta problemas para conciliar el sueño con frecuencia.

En los niños en edad infantil la consulta más frecuente sobre el sueño es el fracaso escolar, el déficit de atención, déficit de atención hiperactividad (TADH), además del ronquido y el insomnio.

Durante la pandemia, en el marco del aislamiento social, la problemática del sueño fue especialmente protagonista en la población adulta y joven, durante ese período aumentaron 40% los trastornos del ritmo de sueño.

Lograr una buena calidad y cantidad de sueño mejora las posibilidades de tener buena salud física, cognitiva y emocional.