La fiebre por lo retro y lo vintage viene desde hace unos años atrás, en Reino Unido este ha sido el decimosexto año consecutivo en el que las ventas de vinilos han subido. Y hay dos grandes nombres que han contribuido a que estas ventas hayan ido en aumento, Taylor Swift y The Beatles, el último single de The Beatles, Now And Then, se ha coronado como el sencillo en vinilo más vendido, El nuevo tema, que fue escrito por John Lennon en la década de 1970, después de que los Beatles se separaran, fue desarrollado por Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr y finalmente terminado por Paul y Ringo el año pasado. Tambien, Billboard recoge que el 1989 (Taylor’s Version) de la estadounidense fue el álbum en formato de vinilo en el Reino Unido en 2023, según los datos publicados por Official Charts Company con 84.700 copias desde el pasado octubre.

El mismo medio de comunicación también confirmaba esta semana que Swift ha sumado oficialmente, y desde el pasado 31 de diciembre, 68 semanas ocupadas en el número 1 de la lista de álbumes de Estados Unidos, a lo largo de su carrera. Quitándole así el puesto que ostentaba anteriormente Elvis Presley con 67 semanas.

El podio de la lista de los vinilos de fin de año del Reino Unido los lidera Taylor, el primero ha sido 1989 (Taylor’s Version), en el número 4 se encuentra Speak Now (Taylor’s Version) y Midnights se queda con el puesto 8. Completando este ranking está en segundo lugar Hackney Diamonds de los Rolling Stones y Ocean Blvd de Lana Del Rey en el número 3. Además, el último single de The Beatles, Now And Then, se ha coronado como el sencillo en vinilo más vendido.

A los coleccionistas o amantes de la música les encanta tener su canción favorita en vinilo, por ello también son muy importantes en esta lista. Detrás de The Beatles se encuentra The Rest de Boygenius, en el tercer puesto está Aphex Twin con Blackbox Life Recorder 21F.

Hace unas semanas, apareció una nueva canción de The Beatles en la que se usó inteligencia artificial para “limpiar” el vocal de John y separarla del piano que tocaba. Además, se le agregó una guitarra que George Harrison grabó a mediados de los años noventa, cuando los tres Beatles que estaban vivos en ese momento finalizaron las maquetas que Yoko Ono entregó a Paul McCartney para incluirlos en la famosa Antología.

Harrison trató de agregar una guitarra que finalmente desechó porque la maqueta del ahora revivido Now and Then era una porquería, por no usar la palabra que dijo él. Es que esas grabaciones caseras son así: colocas una grabadora de casetes encima del piano y empiezas a tocar y cantar. Apenas debió ser como una referencia para que luego, en un estudio, pudiera hacerlo de verdad.

Separada la voz de Lennon, sumada la parte de la guitarra de Harrison que sí quedó grabada y con todos los recursos hoy disponibles, Starr y McCartney tocaron guitarras adicionales, bajo y batería, además de que agregaron coros. Ahí está la magia de escucharlos juntos otra vez.

Mucho se ha escrito y hablado sobre el real valor de una “nueva canción” de la banda, Now and Then. Yo he editorializado sobre el tema y, en resumen, estoy entre que es bonita y que, pese a ello, no es realmente The Beatles. Lo siento así, incluso si los cuatro miembros del grupo están participando en la grabación —aunque, por más aporte que haya de los tres, siempre me suena a una canción de John Lennon con acompañantes—. Lo cierto es que tiene su cuento y, con el paso del tiempo, ha crecido dentro de mí. Pero reitero: no son The Beatles.

Lo que nos debe hacer reflexionar es hasta dónde el uso de una tecnología —que es eso: algo que genera una computadora fría y programada— puede reemplazar las emociones, sentimientos y creatividad de un ser humano sintiente, de carne y hueso, con un cerebro y un corazón que aplica a la creación de una pieza musical, eso que llaman ‘música orgánica’.

Este aspecto se relaciona con el uso de computadores para simular el sonido de instrumentos convencionales. Aunque la reproducción puede ser fiel, al presionar enter, el resultado es invariable, careciendo de la calidez y la variabilidad presente al tocar una guitarra acústica o un piano de cola. En estos últimos, la interpretación es singular, pues el músico es el que imprime su estilo de manera distinta en cada ocasión: su emoción, el ambiente del lugar, la temperatura, el aire, la reacción del público: todo ello hará que siempre suene fresco, nuevo. Único.

Por Paola Ch.

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