La cantante británica Adele detuvo por unos instantes un concierto este fin de semana en Las Vegas tras escuchar entre el público a alguien que gritaba «el orgullo apesta», en referencia a la celebración anual que lleva a cabo la comunidad LGTBI. Según el video de la actuación viralizado en redes sociales y compartido por varios medios, la cantante es reconocida defensora de los derechos de la comunidad LGTBI, paró su actuación y se dirigió a quien supuestamente había gritado entre el público. «Disculpa, ¿viniste a mi maldito concierto y dijiste que ‘el orgullo apesta’?» dijo Adele en un tono de enfado. «¿Eres jodidamente estúpido?. No seas tan jodidamente ridículo», lo encaró directamente. «Si no tienes nada bueno que decir, mejor cállate. ¿Está bien?», continuó la cantante mientras entre el público del Caesar Palace se escucharon aplausos y gritos de apoyo. Adele tiene muchos fanáticos LGBTI y ha mostrado su apoyo a la comunidad en muchas ocasiones por lo que esta reacción es más que justificado y no sorprende a nadie. El año pasado, celebró el Mes del Orgullo durante su residencia vistiendo un impresionante vestido negro con una cola con la bandera del arcoíris y confeti con el tema del Orgullo.

Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. El vídeo del intercambio entre Adele y el espectador se viralizó rápidamente, generando una ola de apoyo hacia la cantante. Usuarios de Twitter aplaudieron su valentía y su disposición para enfrentarse a la intolerancia, destacando su papel como aliada de la comunidad LGBT+.

Un usuario comentó: “Adele siempre ha sido una gran defensora de los derechos LGBT+. Este es solo otro ejemplo de por qué la amamos”. Otro añadió: “El odio no tiene lugar en ningún lado, especialmente en un concierto de alguien que defiende el amor y la inclusión como Adele”.

Sin embargo, un nuevo vídeo apunta a que todo pudo ser un malentendido al entender “pride sucks” en lugar de “work sucks” (“trabajar apesta”), la frase que originalmente habría exclamado ese miembro del público.

Una alusión precedida de los comentarios de Adele sobre su rutina laboral. “Los viernes son básicamente el principio de mi semana porque es cuando trabajo”, relataba la cantante, momento en el que se produce ese comentario desde los asientos.

De hecho, una usuaria de la red social X, que asegura haberse sentado junto al origen de los gritos durante el concierto, corrobora que todo se trató de un error de interpretación. “Dijo trabajar apesta no el orgullo apesta”, ha indicado en su post.

Un error que, sin embargo, ha servido para volver a comprobar el férreo apoyo de la artista con el colectivo LGTBIQ+. El respaldo de figuras públicas como Adele es crucial en la lucha por la igualdad de derechos para la comunidad LGBT+. Su influencia y alcance permiten que mensajes de apoyo y aceptación lleguen a una audiencia más amplia, contribuyendo a un cambio cultural positivo.

Además, su postura firme y visible contra la homofobia envía un mensaje claro de que tales actitudes no serán toleradas, promoviendo un ambiente más inclusivo y respetuoso.

El incidente en el concierto de Adele es un recordatorio de la importancia de la educación y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. En un mundo donde la intolerancia aún persiste, acciones como la de Adele son esenciales para fomentar la aceptación y el amor.

La comunidad LGBT+ necesita aliados fuertes y visibles, y Adele ha demostrado una vez más estar a la altura. Su intervención no solo protegió la integridad de su concierto, sino que también reforzó un mensaje vital: el odio no tiene cabida, y el Orgullo es un motivo de celebración y respeto.

Por Paola Ch.

FM HIT