En los últimos años,  Bob Dylan , Bruce Springsteen , Stevie Nicks y muchos otros han vendido sus catálogos musicales a grandes sellos discográficos. En esencia, la decisión fiscal no sólo ofrece a los artistas una estrategia más pasiva en sus carreras, sino que también les permite ganar mucho dinero. Dado el enorme éxito de estos artistas gracias a los acuerdos, David Gilmour de Pink Floyd quiere lo mismo. Sin embargo, a diferencia de otros músicos, la decisión de Gilmour no está motivada por el dinero  Más bien, es para mitigar y eliminar el potencial de conflicto entre los miembros de la banda. Recientemente David Gilmour , en plena promoción de su nuevo álvum,  “Luck and Strange” . también insistió en su intención de vender. Desde su nacimiento, Pink Floyd siempre ha sido conocido por su drama interno. Así que no parece que haya parado, como dijo Gilmour: “Solo me interesa salir del baño de barro en el que se ha metido durante bastante tiempo.”

El “baño de barro” del que habla Gilmour surge del “sistema de veto” de la banda, que para Gilmour significa: “Son tres personas que dicen que sí, pero una persona que dice que no”.

Parece que la estrategia de Gilmour de vender su música para evitar enfrentamientos es acertada. Si Gilmour y Floyd vendieran su música, su acuerdo probablemente sería como el resto: una venta completa de todos los derechos y regalías, lo que significa perder la propiedad total de las canciones y la gestión que conllevan. Gilmour es un veterano experimentado, por lo que su deseo de alejarse del drama tiene todo el sentido.

Dejando a un lado el drama y las acusaciones, si Gilmour y Pink Floyd concretaran la venta, no solo ganarían bastante dinero, sino que también formarían parte de un grupo de músicos condecorados. Por ahora, todo lo que uno puede hacer. No sólo los hermanos Gallagher regresan y dan vida nueva a Oasis. El legendario David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd, ha regresado con un álbum en solitario con temas llenos de nostalgia donde loa la rebeldía de juventud.

Luck and Strange es el regreso del miembro fundador de la banda de Londres después de casi una década en dique seco, y cerca de 20 años desde que se distanció definitivamente de Pink Floyd después de un estelar regreso en el Live 8 de Londres en 2005.

Su último disco, Rattle that lock, salió en 2015, y fue también un acontecimiento, y es que el regreso de los músicos de las grandes viejas bandas de rock siempre es un motivo de celebración. El regreso de Gilmour no se limitará únicamente al álbum, y aquí llega la segunda parte de la buena noticia, sino que se está preparando una gira para promocionar los nuevos temas del exguitarrista de Pink Floyd en solitario.

La mala relación entre Gilmour y el otro buque insignia de Pink Floyd, Roger Waters, forzó la salida de ambos y el fin de Pink Floyd como banda de referencia. Antes ya había salido el vocalista y líder original de la banda Syd Barrett, arrastrado por sus problemas con las drogas.

Pink Floyd era una jaula de grillos y, según se desprende de las reciente declaraciones de Gilmour recogidas por The Times, Gilmour no parece tener pesar, aunque sí nostalgia, por dejar atrás esa etapa.

La lista de temas de Luck and Strange, a la venta desde este viernes 6 de septiembre, remite, de hecho, al legado de Pink Floyd. Un legado que se percibe desde su tema The Piper’s Call, una evidente referencia a aquel debut The Piper at the Gates of Dawn, con el que la banda británica irrumpió con fuerza de la mano de Barrett.

David Gilmour lleva meses hablando de ese nuevo disco, ‘Luck And Strange’, al que ha comparado con el mismísimo ‘Dark Side Of The Moon’ de Pink Floyd. Este disco verá la luz el próximo 6 de septiembre. El LP fue grabado durante cinco meses en Brighton y Londres. Su esposa, la escritora Polly Sampson, ya había documentado, previamente, sus visitas al estudio de grabación en su Instagram.

La lista de canciones consta de ocho temas nuevos y una versión del tema de 1999 de The Montgolfier Brothers «Between Two Points». Hasta ahora, el álbum se ha adelantado con dos sencillos, «The Piper’s Call» y el anteriormente mencionado «Between Two Points» con su hija Romany Gilmour.

Por Paola Ch.

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