Linkin Park estrena emotiva balada como nuevo single con Emily Armstrong
música 29 Octubre 2024
La agrupación de rock alternativo Linkin Park actualmente está ingrada por Mike Shinoda, Brad Delson, Dave “Phoenix” Farrell, Joe Hahn, Emily Armstrong y Colin Brittain. Revelan un nuevo single con gran carga emotiva titulado “Over Each Other.” Esta vez, la canción gira alrededor de un sorprendente y conmovedor solo vocal de Emily Armstrong. Las gélidas teclas parpadean sobre un ritmo lleno de fallos respaldado por la guitarra, mientras su voz resuena en el estribillo: “All we are is talking over each other”. El video cinematográfico, dirigido por Joe Hahn y filmado en Seúl, sigue el intenso arco dramático de una relación que literalmente está por colisionar, capturando el turbulento flujo emocional de la propia canción. “Over Each Other” precede el esperado lanzamiento del primer álbum de LINKIN PARK desde 2017, FROM ZERO, que estará disponible el 15 de noviembre. LINKIN PARK encendió la temporada con “The Emptiness Machine”. El tema explotó y escaló rápidamente al puesto N°1 en el chart de radios de rock de Billboard y en el de música alternativa. En total, la banda consiguió 13 ingresos en el N°1 de esta última lista (el segundo de su historia) con tres en los últimos dieciocho meses. Hasta ahora, “The Emptiness Machine” acumula 250 millones de reproducciones y en ascenso. Su lanzamiento del mes pasado, “Heavy Is The Crown”, sigue un camino parecido, con 270 millones de reproducciones y 55 millones de vistas en YouTube.
“Esta canción es muy especial para mí, porque es mi primera voz solista en LINKIN PARK… No puedo creer estar diciendo esto”, comenta Armstrong. “Pero también es una canción muy emotiva y con la que uno se identifica. Y además filmar el video en Corea con Joe, que es tan brillante en lo que hace, es algo que siempre valoraré”. Hahn agrega: “Ha sido mi sueño dirigir un proyecto en Corea y finalmente sucedió. Emily y yo nos quedamos unos días más después de nuestro show en Seúl y estamos muy agradecidos al elenco y el equipo que nos ayudaron. Realmente valoramos la calidez de todos, y quisimos que se viera como un verdadero drama coreano. Espero que les guste como a nosotros”.
Poco antes se habían publicado los primeros discos de Limp Bizkit, Korn, Papa Roach, P.O.D. y Crazy Town, dando lugar a un vigoroso movimiento denominado nu metal o metal alternativo. El segundo álbum de Limp Bizkit, Significant other (1999), había llegado al número uno de ventas en Estados Unidos. Pero Linkin Park tenían algo diferente, lo que les ayudó a pasar por encima del resto.
El grupo se formó en 1996 por varios amigos del instituto y contaba, como factor diferencial, con una inclinación por la electrónica, sin por ello desmerecer su gusto por el hip hop y la contundencia de sus guitarras. Además de Bennington como vocalista, disponía de otro cantante o rapero, Mike Shinoda, quien además se ocupaba de las guitarras rítmicas y los teclados, y de su propio DJ, Joe Hahn. Jeff Blue, vicepresidente de Zomba Music (la compañía de Backstreet Boys y Britney Spears…; ¡nada que ver!) los conoció tras un concierto en Los Ángeles y les dio algunos consejos. Cuando Blue fue contratado por Warner Bros. Records, fichó a la banda.
El 24 de octubre de 2000 vio la luz su álbum de debut, Hybrid theory. El título se corresponde con el nombre de la banda antes de bautizarse como Linkin Park, para evitar confusiones con el grupo Hybrid. Como productor, y tras dar muchas vueltas al asunto —la banda temía que el elegido no entendiera su sonido—, se escogió a Don Gilmore, quien hasta entonces había trabajado con grupos menores como Lit o Papa Vegas. Para la mezcla se recurrió a Andy Wallace, de más florido bagaje: Slayer, New Model Army, Sepultura, Rage Against the Machine, Screaming Trees, Helmet y dos obras clave como Nevermind, de Nirvana (1991), y Dirty, de Sonic Youth (1992).
El 24 de octubre de 2000 vio la luz su álbum de debut, Hybrid theory. El título se corresponde con el nombre de la banda antes de bautizarse como Linkin Park, para evitar confusiones con el grupo Hybrid. Como productor, y tras dar muchas vueltas al asunto —la banda temía que el elegido no entendiera su sonido—, se escogió a Don Gilmore, quien hasta entonces había trabajado con grupos menores como Lit o Papa Vegas. Para la mezcla se recurrió a Andy Wallace, de más florido bagaje: Slayer, New Model Army, Sepultura, Rage Against the Machine, Screaming Trees, Helmet y dos obras clave como Nevermind, de Nirvana (1991), y Dirty, de Sonic Youth (1992).
El público enloqueció: el single In the end, con su icónico riff de piano, llegó al número dos de los más vendidos en Estados Unidos y otros como Crawling, Papercut o One step closer se convirtieron en favoritos de las radios alternativas universitarias. El álbum accedió al número dos de las listas de Billboard. Cadenas de televisión como MTV o 40TV programaron el vídeo de este último hasta la saciedad. La portada del disco, que mostraba a un soldado con alas de mariposa inspirado por la estética de Bansky, estaba dibujada por Mike Shinoda (quien, aparte de MC del grupo, es diseñador gráfico).
Tan impactantes como su imagen y estilo fueron sus letras, en las que ni Bennington ni Shinoda dejaban cabos sueltos. La revista Rolling Stone tituló el reportaje en que los presentó como: “Basura compasiva” (y era un halago). “Aunque su sonido pesado y agresivo los agrupa con bandas como Korn y Limp Bizkit —rezaba el texto—, Linkin Park no son los comandos de fiesta o monstruos de la muerte que podrías esperar. En cambio, son tipos sensibles que cantan sobre la vida secreta de los chicos: las luchas emocionales de la vida real de chavales comunes y corrientes como ellos, tocando un nervio en la audiencia con su compasión fraternal”.
Por Paola Ch.
FM HIT
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