Hace unos años, Sam Smith compartió una versión de “Time After Time” de Cyndi Lauper, filmada en los estudios Abbey Road. Lauper se encuentra actualmente en su gira Girls Just Wanna Have Fun Farewell Tour, que promete una gran cantidad de “invitados especiales”. Uno de esos invitados resultó ser Smith, quien se unió a Lauper en el escenario para “Time After Time” en el Madison Square Garden de Nueva York. Cantaron, bailaron lento, y seguro que se divirtieron. (Lauper también se unió recientemente a Katy Perry para interpretar la misma canción en el set de Perry en Rock In Rio). Durante la primera parte de su espectáculo de casi dos horas, la famosa cantante mencionó el credo del Servicio Postal en el contexto de su carrera, lo que tiene todo el sentido dado que ha sido una artista que nunca dejó de grabar y realizar giras durante más de cuatro décadas desde que se abrió paso en 1983 con el exitoso álbum She’s So Unusual y su gran éxito «Girls Just Want to Have Fun». La canción es también el nombre de la gira de despedida de Lauper, que hizo escala en su ciudad natal, Nueva York. La estrella del pop actuó frente a sus fans, incluidos aquellos que se vistieron con la moda de los años 80 y se maquillaron imitando a su heroína, en el «estadio más famoso del mundo», inspirado en su carrera musical de más de 40 años. “Pensé que me estaba haciendo mayor, así que lo mejor era hacerlo mientras pudiera, para poder hacer algo grandioso”, dijo Lauper a Variety en junio sobre la gira de despedida.

“Eso es lo que me gustaría devolverles, decirles ‘Gracias’ y pensar en cosas con las que se diviertan y se rían”. La velada comenzó con un montaje de vídeo de Lauper a lo largo de los años, desde su etapa en She’s So Unusual hasta el presente, antes de que ella y su banda se lanzaran a la animada canción rockera «She Bop». A partir de ahí, fue una mezcla de los viejos éxitos («I Drove All Night», «Change of Heart», «Money Changes Everything») y material posterior que mostró la evolución de Lauper como artista («Sally’s Pigeons», «Who Let in the Rain», «Funnel of Love», «Sisters of Avalon»). En un momento elegante, Lauper interpretó su versión de «When You Were Mine» de Prince en medio de una iluminación de escenario violeta como tributo a la fallecida artista.

“Ya es hora de que [las mujeres] empecemos a dar un paso adelante y a votar por nosotras mismas. Necesitamos igualdad, y no voy a dar marcha atrás, eso es seguro”, dijo a primera hora de la tarde, antes de aludir a la manifestación MAGA del domingo por la noche: “Necesitamos mucho amor aquí esta noche para disipar mucho del odio que había aquí. No iba a decir esto, pero lo hice”, añadió encogiéndose de hombros sin pedir disculpas. Y también está poniendo su dinero donde dice, donando las ganancias de las ventas de pelucas en su mesa de merchandising a su Fondo Girls Just Want to Have Fundamental Rights en la Fundación Tides, que recauda fondos para “abortos seguros y legales… atención médica para mujeres, atención prenatal, atención posnatal, exámenes de detección de cáncer… salud de las mujeres”.

El ícono musical ganador del premio EGT y que encabeza la lista Billboard Hot 100 nunca ha tenido miedo de expresarse abiertamente en lo político, lo creativo y lo musical, y el mundo se ha beneficiado de ello. Por eso, si bien la gira de despedida de Cyndi Lauper es un asunto agridulce (un miembro del público gritó vehementemente «¡no!» cuando ella dijo que esta sería su última gira importante), no se la puede culpar por querer irse mientras todavía está en su mejor forma musical.

A sus 71 años, Lauper no ha perdido ni un ápice de su inconfundible poder vocal. Rugió en “She Bop”, cantó a todo trapo “I Drove All Night” con un entusiasmo de 100 mph y tejió brillantemente su versión vocalmente frágil pero formidable de “When You Were Mine” de Prince. Para esos clásicos de los 80, su banda, liderada por el director musical William Wittman, quien tocó en su debut clásico que lanzó su carrera, She’s So Unusual (1983), se mantuvo sabiamente cerca de los arreglos originales, aportando un golpe de new wave crepitante al material en lugar de tratar de reformularlos a través de una lente moderna. Cuando escuchas estas canciones, quieres esos sintetizadores flotantes, percusión nítida y guitarras vivaces, sin mencionar el sublime solo de flauta dulce en “She Bop” que la propia Lauper interpretó en el escenario.

Tener una banda tan unida y bien engrasada también le dio a Lauper la libertad de estirarse vocalmente y soltarse físicamente, lo que quedó muy claro hacia el final de una arrasadora «Money Changes Everything», donde tocó varios riffs en el coro mientras se retorcía en el suelo.

La lista de canciones de Lauper no escatima en éxitos, pero la mitad de la diversión del espectáculo es su charla improvisada, pronunciada en ese estilo indeleble y sin tonterías de Brooklyn. «Todavía no puedo estacionar en paralelo ni una mierda», bromeó después de «I Drove All Night»; mientras contaba una historia sobre un actor famoso que le dijo que era un gran fan de The Goonies, le aseguró al público que nunca mencionaría a nadie, luego hizo una pausa significativa y dijo «Andrew Garfield» antes de cantar la animada «The Goonies ‘R’ Good Enough»; y cuando presentó «I’m Gonna Be Strong», una versión de Gene Pitney que solía cantar con su banda Blue Angel antes de la fama, bromeó sobre lo difícil que fue entender la canción antes de aprender los cambios de tono adecuados: «Intenté cantar como él y soné un poco como Ethel Merman». Poniendo los ojos en blanco, haciendo muecas y soltando frases ingeniosas por la comisura de la boca, Lauper es una persona naturalmente divertida que capta la atención del público sin esfuerzo. (Es una pena que la comedia de aventuras de 1988 Vibes , que protagonizó junto a Jeff Goldblum y Peter Falk, fuera un fracaso de taquilla, porque ella está realmente fantástica en ella; no puedes evitar desear que hubiera hecho más trabajos en la pantalla grande).

Por Paola Ch.

FM HIT