David Gilmour ha llevado a cabo una rotunda denuncia pública sobre lo ocurrido con el último disco de Pink Floyd. Las duras palabras de Gilmour han sido recogidas en una entrevista ofrecida a Los Angeles Times, en ella, el legendario artista ha revelado que fue «intimidado” por el sello discográfico en el último álbum de Pink Floyd, ‘The Endless River’ (2014).  «Cuando hicimos ese álbum, había una cosa que Andy Jackson, nuestro ingeniero, había reunido llamada ‘The Big Spliff’, una colección de todos estos trozos de jams que estaba por ahí en bootlegs. Muchos fans querían ese material que habíamos hecho en aquella época, y pensamos en dárselo», recuerda Gilmour en la entrevista. Caber recordar que ese ‘The Endless River’ estaba compuesto casi en su totalidad por música instrumental y ambiental, salvo «Louder Than Words», la única canción con voz principal. El disco fue recibido entre una gran expectación, que acabó convirtiéndose en críticas en la mayoría de los casos. «Supongo que mi error fue dejarme intimidar por la compañía discográfica para que saliera como un disco de Pink Floyd debidamente pagado. Debería haber quedado claro lo que era: nunca se pretendió que fuera la continuación de ‘The Division Bell’. Pero, ya sabes, nunca es tarde para volver a caer en una de estas trampas», confiesa Gilmour, dando a entender que las expectativas sobre el álbum eran injustas.

Roger Waters, quien había ocupado el rol de líder indiscutido en ese momento, asumió un control más dictatorial sobre el proceso creativo, lo que generó tensiones adicionales. La salida del tecladista Richard Wright durante este período también marcó un punto de quiebre en la alineación de la banda. Además, la relación creativa entre Gilmour y Waters, que había sido una fuerza impulsora detrás de muchas de las canciones más exitosas de Pink Floyd, llegó a su fin durante la creación de “Comfortably Numb”, que se convertiría en su última colaboración importante.

Según Gilmour, cada miembro de la banda enfrentó luchas personales durante este tiempo, lo que contribuyó al ambiente caótico. La corrupción, en el sentido de que el éxito y la presión habían corrompido la esencia de lo que Pink Floyd representaba, se había infiltrado en el grupo. La banda había perdido el significado de su trabajo y se había alejado de la autenticidad y la pasión que una vez los caracterizó. “Fuimos corrompidos. Corrompidos porque, por un tiempo, pensamos que podíamos hacer cualquier cosa. El dinero consume algo dentro de ti“, explicó el músico.

David Gilmour dejó de piedra a los parroquianos del pub The Neptune Inn en la localidad de Hove hace unas semanas, cuando apareció junto a su hija Romany para tocar una emotiva versión del clásico “Wish You Were Here”, que Pink Floyd lanzó en 1975 dentro del álbum con el mismo nombre.

Romany Gilmour había ofrecido un pequeño concierto en el pequeño recinto anoche, dentro de un micro abierto realizado en el bar, haciendo versiones de “If It Be Your Will” de Leonard Cohen y “This Side Of Blue” de Joanna Newson, además de su propio tema, “Lily Of The Roses”.

La joven está siendo más reconocida, últimamente, por haber hecho un dueto junto a su padre versionando “Between Two Points” de The Montgolfier Brothers, que aparece en el nuevo disco de David, ‘Luck And Strange’, en la que ella también toca el harpa y hace coros.

Al final de su set, Romany miró a los presentes y exclamó: «Dios mío, estás aquí. Y has traído tu guitarra”, señalando a Gilmour, que salió de entre el público en el que se había mezclado para ver a su hija. «¿Vas a venir a eclipsarme? Vale, genial», se rió Romany.

Después de bromear un poco, padre e hija comenzaban a tocar los acordes de uno de los himnos más conocidos de toda la historia del rock y de Pink Floyd, el “Wish You Were Here” que, evidentamente, todos los presentes entonaron.

Los compañeros de banda de Gilmour, el bajista Guy Pratt y el guitarrista Ben Worsley, también se encontraban entre el público, así como el cantante de Ugly Kid Joe, Whitfield Crane, y el hermano de Romany, Gabriel, que también aparece en ‘Luck And Strange’.

Por Paola Ch.

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