Skylar Dalziel, una hacker de 22 años de Bedfordshire, Inglaterra, fue condenada a 21 meses de prisión, sentencia suspendida por dos años, tras admitir 11 delitos relacionados con derechos de autor. Dalziel robó canciones inéditas de artistas como Coldplay, Shawn Mendes y Bebe Rexha para venderlas en la dark web, obteniendo cerca US$52.000. El caso salió a la luz en 2021 cuando Sony Music Entertainment detectó una brecha en la cuenta en la nube de la cantante estadounidense Upsahl. El incidente se reportó a la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), que inició una investigación que llevó al descubrimiento de una cuenta en línea dedicada a la venta de música inédita de artistas reconocidos. En enero de 2023, la Policía de la Ciudad de Londres arrestó a Dalziel y confiscó tres discos duros que contenían 291.941 canciones. Además, hallaron una hoja de cálculo detallando las pistas que había vendido ilegalmente. Según recoge Far Out Magazine, el fiscal Richard Partridge señaló que la acusada «utilizó egoístamente la música de otros para ganar dinero vendiéndola en la dark web». Según informó la BBC, la pirata informática, natural de Winchester Gardens, Luton, admitió haber cometido hasta 11 delitos contra los derechos de autor ante la Corte de la Corona de Luton, por lo que fue sentenciado a 21 meses de prisión.

Según se reveló en la investigación, el hacker robó las canciones tras acceder ilegalmente a cuentas de almacenamiento en la nube a propiedad de los artistas. Tras una investigación del incidente, Sony identificó la filtración de hasta 40 canciones inéditas que se estaban vendiendo en internet.

En colaboración con la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica logró identificar una cuenta en el internet profundo que estaba vendiendo las canciones. Finalmente, se identificó a Skylar Dalziel como titular de dicha cuenta.

La Policía procedió al arresto del hacker el 9 de enero de 2023, y confiscaron tres discos duros con miles de pistas de música, además de hojas de cálculo con la contabilidad de las ventas de la música robada.

Por su parte, el detective Daryl Fryatt, de la Unidad de Crímenes contra la Propiedad Intelectual, subrayó: «Robar material con derechos de autor para tu propio beneficio financiero es ilegal. Este tipo de acciones pone en riesgo el trabajo de los artistas y los medios de vida de quienes colaboran con ellos».

Fryatt también destacó que la sentencia envía “un mensaje claro” sobre la capacidad de las autoridades para localizar a los ciberdelincuentes y hacerlos responsables de sus actos.

“Robar material con derechos de autor para su propio beneficio económico es ilegal. Lucra con el trabajo de los artistas y el sustento de las personas que trabajan con ellos para crear y lanzar su música”, señaló el detective Daryl Fryatt, de la Unidad de Delitos contra la Propiedad Intelectual de la Policía (PIPCU) de la Policía de la Ciudad de Londres en un comunicado de prensa.

“Se estima que este tipo de actividad delictiva contribuye a la pérdida de más de 80 mil puestos de trabajo cada año”. Desde hace poco más de un año se inició una investigación al respecto después de que expertos de la industria discográfica de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica se pusieran en contacto con la PIPCU.

Por su parte, la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos proporcionó evidencia que demuestra que Dalziel había comprado seis pistas musicales en la dark web. Esta música no había sido lanzada ni estaba disponible para la venta, y estaba vinculada a tres sellos discográficos diferentes. Las compras se realizaron usando Bitcoin, según documentos de la investigación.

Una revisión de la cuenta de PayPal y la cuenta bancaria de Dalziel mostró que había recibido pagos por aproximadamente 52 mil 176 dólares, desde abril de 2021 hasta enero de 2023, dijo la policía.

Por Paola Ch.

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