La gira mundial de The Weeknd está siendo un éxito rompiendo records de taquillas en diferentes ciudades, pero no podemos decir lo mismo de su apuesta cinematográfica más reciente «The Idol» no continuará con una segunda temporada y la cancelación llega cuando la polémica ha envuelto esa apuesta transmitida por HBO. Es el punto y final a una trama sórdida ambientada en una inquietante industria musical y que protagonizaba Abel Tesfaye (The Weeknd). En julio finalizaba la emisión de la primera temporada y ahora se comunica el cierre de esta apuesta, la decisión de cancelar la serie se tomó recientemente después de una falta de claridad tanto para los espectadores como para los miembros del elenco sobre si la serie tenía el potencial.

Desde HBO consideran que la serie protagonizada por Lily-Rose Depp y The Weeknd (Abel Makkonen Tesfaye) no tiene el potencial suficiente para seguir adelante y hasta aquí ha llegado a su camino.

«The Idol fue una de las series originales más provocativas de HBO y estamos satisfechos con la fuerte respuesta de la audiencia. Después de pensarlo y considerarlo, HBO, así como los creadores y productores, han decidido no seguir adelante con una segunda temporada. Estamos agradecidos con ellos, con el reparto y el equipo por su increíble trabajo», mencionó HBO a través de un comunicado compartido con Variety.

The Idol fue una de esas producciones que hace demasiado ruido previo a su estreno, pero luego no cumple con las expectativas. Más allá de la participación de The Weeknd, la serie también atrajo el interés del público porque estaba liderada por Sam Levinson, uno de los creadores de Euphoria. Esta última, con tan solo dos temporadas, logró consolidarse como una de las propuestas más atractivas de HBO Max.

No obstante, The Idol no pudo seguir los pasos de Euphoria en ningún sentido. Como ya te explicamos en nuestra crítica, su guion es bastante flojo y se apoya, de manera exagerada, en situaciones polémicas e incómodas.

«The Idol basa su efectividad en su capacidad de ser escandalosa e incómoda. Algo que no siempre está justificado por una narrativa interesante o la simple coherencia narrativa. A pesar de su ambición, no alcanza a explorar los lugares oscuros que insinúa. No es más que una colección de imágenes chocantes que buscan la provocación directa.»

Que tu principal carta sea solo el debate que un conjunto de escenas puede provocar en el mundo real, la convierte en una propuesta poco atractiva, y eso quedó demostrado con los datos de audiencia.

Por Paola Ch.

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