Andrés Calamaro abandona el escenario por la reacción del público a su defensa de la tauromaquia
música 20 MAYO 2025
Estaba Andrés Calamaro cantando Flaca cuando, sin venir mucho a cuento, quiso “dedicar esta canción a todos los toreros, ganaderos, banderilleros, y aficionados que se quedan sin trabajo”. Abre un poco los brazos, como excusándose, ante la reacción del público, y después añade un “porque votaron por eso, dejarlos en la calle”. Y tras cantar un par de palabras más, termina con un “lo siento. Están cancelados y bloqueados. Hasta nunca” y abandona el escenario despidiéndose con la mano. Ocurrió este último fin de semana en la Arena Cañaveralejo de Cali, Colombia, durante una parada de su 1999 Tour. Lo que debía ser una noche más dentro de la gira acabó convirtiéndose en una escena tensa, con abucheos del público y un final abrupto. Y una polémica que sigue abierta. Durante la interpretación de Flaca, uno de sus temas más reconocibles, el artista argentino hizo un gesto con su chaqueta roja simulando una muleta de toreo. El gesto fue recibido con rechazo inmediato. La reacción no se quedó en el escenario. Un día después, el 18 de mayo, Calamaro publicó en redes sociales una imagen de una estatua de un torero, acompañada de un texto extenso en defensa de la tauromaquia. En él, comparó las corridas con otras expresiones culturales, como la literatura o el cine: “No sé si los aficionados son mayoría en Colombia, pero tampoco la literatura es mayoritaria y de momento no se queman libros y la biblioteca sigue abierta. Los cines claudicaron frente a las plataformas y la internet y no es algo que haya que celebrar”.
El músico también dedicó palabras a los animalistas, criticando sus métodos y defendiendo a los trabajadores del sector taurino. “Los aficionados a la tauromaquia son decentes y educados padres de familia que jamás maltratamos animales”, escribió, y añadió: “A diferencia de los animalistas que no saben hacer otra cosa que insultar y desear sangrientas consecuencias para quienes elegimos libremente qué hacer con nuestro tiempo”.
Calamaro aseguró que el concierto se ofreció en su totalidad, con las 22 canciones previstas, y que el abandono del escenario fue temporal, durante un pasaje instrumental. También aprovechó el texto para entrar en cuestiones políticas locales: “Cali jamás votó ni fue a referendo para cerrar la plaza, esto ocurre con la complicidad de la ignorancia adolescente de una minoría y luego son movidas políticas para tejer alianzas y sumar una mayoría. Colombia es taurina como es musical, es tradicional, cultura, trabajo y libertad”.
No es la primera vez que Calamaro expresa abiertamente su apoyo a la tauromaquia. Es una postura que sostiene desde hace años y que ha defendido incluso frente a críticas intensas. “Es posible que los aficionados seamos una minoría pero estamos en una época donde se respetan los derechos y las libertades de las minorías. Tampoco deseo abusar de la ignorancia atrevida de aquellos que no conocen vida fuera de internet y apenas si se pronuncian con palabras, hace siglos que apoyo la existencia de la tauromaquia y nunca fui increpado en la calle, ni una vez”, señaló.
En el mismo mensaje, afirmó no ser torero ni asesino, ni maltratador de animales, pero sí consumidor habitual de carne. En un giro algo más polémico, mencionó incluso a Walt Disney y al nazismo: “La gastronomía tampoco es maltrato perverso, advierto si es desapego de las nazi animalista para con los ciudadanos e no favor de una fantasía incluso absurda para Walt Disney”. Cierra con una declaración que resume su posición: “Finalmente yo solo lamenté estar en una plaza de toros sin toros, y soy solidario con la gente que se queda sin trabajo en el campo y en la plaza”.
Tras la falta de compromiso, el cantante continuó su discurso sobre la tauromaquia en redes sociales. Compartió una imagen de Joselillo de Colombia, un torero de dicho país a la que acompañó con un texto: «No sé si los aficionados son mayoría en Colombia pero tampoco la literatura es mayoritaria y de momento no se queman libros y la biblioteca sigue abierta».
«Los aficionados somos decentes y educados, padres de familia que jamás maltratamos animales, pero los animalistas no saben hacer otra cosa que insultar y desear sangrientas consecuencias para quienes elegimos libremente qué hacer con nuestro tiempo. Si, el único razonamiento que tienen es insultar. No hay mucho más que decir», continuó defendiendo.
Por último, hizo referencia a su concierto: «Anoche dimos el recital completo, dejé dos minutos en el escenario en un pasaje instrumental y ejecutamos las 22 canciones del repertorio completo. Cali jamás votó ni fue a referendo para cerrar la plaza, esto ocurre con la complicidad de la ignorancia adolescente de una minoría y luego son movidas políticas para tejer alianzas y sumar una mayoría. Colombia es taurina como es musical, es tradicional, cultura, trabajo y libertad. Eso no va a cambiar».
Y tras esta justificación, continuó su discurso contra los animalistas y ensalzando la tradición de la tauromaquia.
Por Paola Ch.
FM HIT
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