La banda padre del género musical más orgulloso del mundo será homenajeada en Birmingham, la ciudad que vio nacer su música y legado. El grupo recibirá el título “Freedom of the City”, un honor reservado para pocos y que reconoce sus contribuciones culturales, destaca su impacto como pioneros del heavy metal y los proclama embajadores de la ciudad. La ceremonia tendrá lugar el 28 de enero, cuando el Ayuntamiento de Birmingham otorgue este título a los miembros fundadores. De esta forma se sumarán a una lista de apenas 50 personas que han recibido este honor en la historia de la ciudad. ¿Tiene privilegios? Sí claro: podrán pastorear ovejas por las calles de Birmingham, un anacronismo que acompaña al título. Sharon Thompson, vicepresidenta del ayuntamiento, declaró: «Birmingham tiene una cultura musical fantástica y Black Sabbath es una parte importante de esa historia, una banda pionera que sigue influyendo en los músicos de hoy en día. Se convirtieron en sinónimo de la ciudad y fueron auténticos embajadores a lo largo de sus carreras. Conceder estos honores a estas leyendas será la manera perfecta de agradecerles todo lo que hicieron por la ciudad”. Fue en 1968 cuando Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, se reunieron en Aston, Birmingham sin saber que iban a darle vida a la música pesada mundial.

Ozzy declaró sentirse profundamente agradecido por el reconocimiento: “Nunca imaginé llegar hasta acá, pero siempre soñé junto a mis compañeros con algo grande” comentó. Por su parte, Tony Iommi resaltó: «Estoy encantado. Es un gran honor ser un City Freeman (Hombre libre de la ciudad). Soy consciente de que se conceden muy pocos. Nos vincula a la rica historia de nuestra ciudad natal, Birmingham, y eso es fantástico. Estoy profundamente agradecido por el reconocimiento».

Black Sabbath vendió más de 75 millones de discos en todo el mundo y entraron al Rock and Roll Hall of Fame en el año 2006, además de haber recibido muchísimos premios a su trayectoria.

Una de las características que hicieron que Black Sabbath se destacara fue su enfoque lírico. En un tiempo donde muchas bandas se centraban en temas de amor y alegría, Black Sabbath abordó temas oscuros y controvertidos como la guerra, la adicción, y el ocultismo. Esto no solo les permitió conectar con una audiencia que buscaba algo diferente, sino que también sentó las bases para las temáticas exploradas por futuros subgéneros del metal.

Tony Iommi, el guitarrista principal, es famoso por haber desarrollado un sonido único debido a un accidente en una fábrica que le mutiló las puntas de dos de sus dedos. En lugar de rendirse, Iommi afinó su guitarra en tonos más bajos para facilitar su ejecución, creando el sonido pesado y resonante que se convertiría en la marca registrada de Black Sabbath. Esta innovación técnica influyó a innumerables guitarristas en los años venideros.

El legado de Black Sabbath es indiscutible. A lo largo de los años, la banda ha sido reconocida con múltiples premios, incluido su ingreso al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006. Bandas como Metallica, Iron Maiden, y Slayer han citado a Black Sabbath como una de sus principales influencias, demostrando cómo su impacto ha trascendido generaciones.

Black Sabbath no solo creó un género; lo definió y lo impulsó hacia adelante. Su capacidad para innovar tanto en sonido como en temática, su disposición para tomar riesgos, y su influencia duradera en la escena del metal son testamentos de una banda que verdaderamente se adelantó a su tiempo. Aunque han pasado décadas desde su debut, su música y su legado siguen siendo tan relevantes y potentes como en aquellos primeros días.

Así que, la próxima vez que escuches esos riffs profundos y oscuros, recuerda que estás ante la obra maestra de una banda que no solo hizo historia, sino que creó un universo entero para que otros lo exploraran.

Hace unos años, Walker reconocía, en una entrevista concedida a Classic Rock, que «estaba en una banda llamada Mistress, pero no iba nada bien. Me llamaron a mi casa de California para decirme que me lo pagaban todo para comenzar a ensayar en un viejo molino cerca de los estudios Rockfield de Monmouth».

El grupo ya tenía algunos temas compuestos y Walker comenta que «me pusieron las canciones y me dijeron que escribiera las letras. No tenían una canción completa, solo fragmentos o ideas. Escribí un montón de letras, ya que no sabía que Geezer Butler era el que se encargaba de eso».

Por Paola Ch.

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